miércoles, 17 de febrero de 2016

Rebalanceo de cartera

Cuando contruimos nuestra cartera solemos incluir una porción (en mi caso, un 20%) de bonos. El motivo principal es minimizar la variabilidad del retorno de nuestra cartera. Haciendo esto conseguimos maximizar el retorno por unidad de riesgo, es decir, conseguimos reducir mucho la variabilidad reduciendo solamente un poco el retorno esperado. Hay varios métodos para medir el retorno por unidad de riesgo, el más conocido es el ratio Sharpe. Pero hoy no quiero hablar de la composición de la cartera ni de reducir su variabilidad.

Cuando decidimos la composición de nuestra cartera debemos procurar mantener esa composición. Nos ha llevado un tiempo razonar cual es la composición ideal y por lo tanto queremos seguir adelante con nuestro plan. ¿Pero que sucede cuando, como en el momento actual, hay un movimiento brusco de las bolsas?

Actualmente la mayoría de inversores que combinan renta variable y renta fija han visto como el ratio entre acciones y bonos disminuía. Esto es porque las acciones están bajando, pero podría darse también el caso contrario si las bolsas subieran a una velocidad mayor que los bonos.

En el caso hipotético de un inversor con una composición 70/30 de renta variable/fija, podría darse la situación que con la bajada del precio de la renta variable su cartera cambiase la composición a 65/35, por ejemplo. ¿Es el momento de traspasar desde el fondo con bonos al fondo con acciones? Cabe decir que los rebalanceos de cartera están extentos de impuestos, pero pueden incurrir en gastos, ya sean explicitos (comisiones) o implicitos (spread del precio de los ETF, por ejemplo).

 

Estrategias de rebalanceo

Hay tantas estrategias de rebalanceo como cabezas pensantes, así que voy a centrarme en las tres estrategias recomendadas por Vanguard.

Solamente por tiempo

Fijamos un periodo determinado (por ejemplo, el trimestre) y rebalanceamos una vez por periodo. El inversor debe decidir si quiere rebalancear más a menudo (menor desviación de la composición de la cartera) o más de vez en cuando (menores gastos por comisiones). A la práctica, hay poca diferencia en retorno de inversión y composición media entre rebalanceos mensuales, trimestrales o anuales, asi que la elección dependerá de la preferencia del inversor.

Solamente por lindar

Fijamos un lindar determinado (por ejemplo, 3%) y rebalanceamos cada vez que la diferencia en la composición de la cartera respecto al objetivo supere este lindar. Igual que con la estrategia anterior, un lindar menor acarreará más gastos pero mantendrá más ajustada la composición. A la práctica, hay poca diferencia en retorno de inversión y composición media entre lindares del 0% al 10% (si bien es cierto que con 10% la desviación media en la composición se empieza a notar).

Por lindar y tiempo

Esta estrategia combina las dos anteriores. El inversor deberá seleccionar un periodo de tiempo después del cual necesariamente rebalanceará, y un lindar que si es superado también forzará un rebalanceo, a pesar de no haberse superado aun el periodo de tiempo.