Cuando contruimos nuestra cartera solemos incluir una porción (en mi caso, un 20%) de bonos. El motivo principal es minimizar la variabilidad del retorno de nuestra cartera. Haciendo esto conseguimos maximizar el retorno por unidad de riesgo, es decir, conseguimos reducir mucho la variabilidad reduciendo solamente un poco el retorno esperado. Hay varios métodos para medir el retorno por unidad de riesgo, el más conocido es el ratio Sharpe. Pero hoy no quiero hablar de la composición de la cartera ni de reducir su variabilidad.
Cuando decidimos la composición de nuestra cartera debemos procurar mantener esa composición. Nos ha llevado un tiempo razonar cual es la composición ideal y por lo tanto queremos seguir adelante con nuestro plan. ¿Pero que sucede cuando, como en el momento actual, hay un movimiento brusco de las bolsas?
Actualmente la mayoría de inversores que combinan renta variable y renta fija han visto como el ratio entre acciones y bonos disminuía. Esto es porque las acciones están bajando, pero podría darse también el caso contrario si las bolsas subieran a una velocidad mayor que los bonos.
En el caso hipotético de un inversor con una composición 70/30 de renta variable/fija, podría darse la situación que con la bajada del precio de la renta variable su cartera cambiase la composición a 65/35, por ejemplo. ¿Es el momento de traspasar desde el fondo con bonos al fondo con acciones? Cabe decir que los rebalanceos de cartera están extentos de impuestos, pero pueden incurrir en gastos, ya sean explicitos (comisiones) o implicitos (spread del precio de los ETF, por ejemplo).
Cuando decidimos la composición de nuestra cartera debemos procurar mantener esa composición. Nos ha llevado un tiempo razonar cual es la composición ideal y por lo tanto queremos seguir adelante con nuestro plan. ¿Pero que sucede cuando, como en el momento actual, hay un movimiento brusco de las bolsas?
Actualmente la mayoría de inversores que combinan renta variable y renta fija han visto como el ratio entre acciones y bonos disminuía. Esto es porque las acciones están bajando, pero podría darse también el caso contrario si las bolsas subieran a una velocidad mayor que los bonos.
En el caso hipotético de un inversor con una composición 70/30 de renta variable/fija, podría darse la situación que con la bajada del precio de la renta variable su cartera cambiase la composición a 65/35, por ejemplo. ¿Es el momento de traspasar desde el fondo con bonos al fondo con acciones? Cabe decir que los rebalanceos de cartera están extentos de impuestos, pero pueden incurrir en gastos, ya sean explicitos (comisiones) o implicitos (spread del precio de los ETF, por ejemplo).