lunes, 7 de diciembre de 2015

Fases para la jubilación express y volatilidad del mercado

Mientras preparamos nuestra jubilación express vamos a vivir varias fases, y en cada una de ella vamos a tratar nuestras inversiones de manera distinta.

Durante la primera fase, o fase de acumulación temprana, no nos va a importar si la bolsa sube, baja, o se mantiene. De hecho, durante esta fase las bajadas o la alta volatilidad nos interesa, ya que con el mismo dinero podremos comprar más acciones si estas son más baratas. De algún modo, que la bolsa baje será para nosotros como comprar durante las rebajas.
Por ejemplo, a finales de 2008 las acciones de Apple estaban a menos de 14€ con 1.000€ podríamos haber comprado 71 acciones. Si quisieramos comprarlas hoy (diciembre de 2015), estas 71 acciones nos costarían 8.500€. La volatilidad durante esta primera fase pues, es beneficiosa para nuestro fin y no debe asustarnos.

La segunda fase, o fase de acumulación tardía, es aquel momento en el que yas vamos a plantear dejar de acumular dinero para jubilarnos y empezar a gastarlo. Esta es la fase más delicada, ya que la mayoría de bancarrotas siguiendo el método de retirar el 4% se dan si el mercado pierde valor bruscamente tras finalizar las fases de acumulación. Durante esta fase debemos plantearnos reducir nuestra exposición a la bolsa y aumentar el porcentaje de nuestros ahorros que destinamos a bonos o a otros productos más estables.
Por ejemplo, si tenemos 500.000€ ahorrados porque pretendemos vivir con una jubilación del 4% anual (es decir, 20.000€ al año) y justo antes de dar el paso de jubilarnos nuestras inversiones pierden un 20%, nos encontraríamos con que solamente podríamos gastar 16.000€ al año. En esta situación sería mejor que esperásemos a volver a acumular 500.000€ ya que si nos jubilaramos en este momento y gastásemos los 20.000€ que teníamos planeados sería muy probable que se nos terminasen los fondos en unos años y tuvieramos que volver al mercado de trabajo.

La tercera y última fase es la fase de jubilación, en la que ya tenemos suficiente dinero para vivir el resto de la vida gastanto el 4% anual de nuestra cartera de inversión en el momento de la jubilación, ajustando la inflación. Si hemos hecho bien nuestros deberes, durante esta fase no deberían importarnos los vaivenes del mercado y deberíamos poder poner el piloto automático para el resto de nuestras vidas.

Como podeis ver, la volatilidad no es algo que deba preocuparnos en exceso a largo plazo. La volatilidad es un problema del corto plazo, y si pretendemos jubilarnos en base a nuestras inversiones nuestro horizonte es a muy largo plazo (50 años o más).

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