miércoles, 9 de noviembre de 2016

¿Vale la pena contratar un plan de pensiones con comisiones altas?

Cuando planificamos nuestro ahorro elegimos los productos según nuestro perfil de riesgo y rentabilidad esperada, e intentamos reducir al mínimo los gastos (comisiones e impuestos) en los que incurriremos.

Sin embargo, a veces nos encontraremos que un producto nos permitirá reducir los gastos en impuestos pero no en comisiones (y vice-versa).

Este suele ser el caso de los planes de pensiones, productos que destacan por sus altas comisiones de gestión, pero que nos ayudaran a posponer y reducir los impuestos que pagaremos.

Surge entonces un conflicto que nos genera una duda: ¿Vale la pena invertir en planes de pensiones, o es mejor contratar un fondo de inversión con comisiones mucho más ajustadas?

He preparado un ejemplo con dos personajes ficticios:

Juan y María que cobran exactamente el mismo, con una base del IRPF de 28.000€, y ahorran cada uno de ellos 6.000€ al año; la única diferencia es que María invierte sus ahorros usando un plan de pensiones con una comisión del 1,25% y Juan un fondo de inversión con una comisión del 0,20%. Ambos productos invierten finalmente en un fondo indexado de idénticas características con un retorno medio esperado del 6%.

Según la normativa fiscal vigente en 2016, ambos pagan un IRPF del 17,20%, por un montante total de 5.511€. Como en el caso de María la base de IRPF se reduce en 6000€, acaba pagando un tipo del 11.58%, o 3.711€. María invertirá los impuestos ahorrados, en total 6000€  + 1800€.


Como puede apreciarse, el resultado es a corto y medio plazo favorable al uso de planes de pensiones, aunque a la larga el fondo de inversión parece mejor. Sin embargo falta tener en cuenta un gasto adicional, el coste en impuestos de retirar el capital.

Consideraremos que ambos querrán rescatar sus planes a los 50 años, a un ritmo de 20.000€ al año. Consideraremos que el impuesto sobre ganancias de capital será del 20% (similar al actual) y que el IRPF sobre 18000€ será del 5% (también similar al actual). También consideraremos que Juan y María retiran el capital año a año y que el capital que sigue invertido sigue teniendo rendimientos anuales del 6%.



Podemos ver que los impuestos a la retirada del efectivo sí que es mucho más notable. Mientras las ganancias de capital tienen un impuesto del 20%, los planes de pensiones tributan como rendimientos del trabajo; si decidimos retirar una cantidad pequeña podemos reducir notablemente este impuesto.

Conclusión: a pesar de las altas comisiones, un plan de pensiones puede resultar ventajoso en muchos casos, sobre todo en aquellos en los que durante la vida laboral se tengan muchos ingresos (pagamos mucho IRPF) y esperemos tener un salario de jubilación inferior (dejamos de pagar un IRPF alto para pagarlo más bajo al momento de jubilarnos). En ningún caso hay que rescatar todo el plan de pensiones de una sola vez, ya que entonces nos veríamos obligados a pagar el máximo por el IRPF. Es recomendable calcular cual es la mejor opción en cada caso.


miércoles, 5 de octubre de 2016

Resumen del T3 de 2016

Otra actualización rápida del progreso de mis finanzas durante el tercer trimestre del año.

Debajo, el gráfico de progreso que suelo usar. La línea azul con el eje vertical izquierdo es el valor de mi cartera; en el eje derecho está la línea roja (ahorro) y verde (gastos), y la amarilla es la rentabilidad mensual de mis inversiones (4%). El objetivo es que la línea amarilla supere la verde, en ese momento mis inversiones sufragarán mis gastos y podré dejar de trabajar.



Durante este trimestre el valor de mi cartera se ha incrementado en unos 5000€, la mitad de los cuales han sido fruto de la revalorización de mis fondos de renta variable, y la otra mitad del ahorro.

Mi tasa de ahorro durante este trimestre ha sido tan solo del 39%, lejos de mi objetivo del 55%. Mi tasa de ahorro para los 3 primeros trimestres del año ha sido del 52%, algo más cerca del objetivo.

viernes, 1 de julio de 2016

Resumen del T2 de 2016

Como cada trimestre, os doy unas pinzeladas de cómo han ido financieramente hablando estos últimos meses.



Como siempre, la linea azul, escala izquierda es el valor de mi cartera. Las líneas rojas son ahorro (real y tendencia), en el eje derecho. Las líneas verdes son gastos (real y tendencia). La línea amarilla representa la cantidad que podría retirar mes a mes de mis ahorros de manera indefinida sin agotar la cartera.

A pesar de las caídas de las bolsas europeas he conseguido incrementar el valor de mi cartera en más de 7000€, gracias a que durante estos meses pude ahorrar mucho más de lo esperado. Esto ha sido debido, entre otras cosas, a la devolución de más de 2000€ en la declaración del IRPF gracias a la desgravación de las aportaciones a planes de pensiones. Post sobre optimización de impuestos.

Mi tasa de ahorro durante este periodo ha sido de 63%, lo que deja la media del primer semestre de 2016 en 57,14%, mejorando mis propias expectativas.

lunes, 23 de mayo de 2016

Composición del interés: empieza cuanto antes

Hay un proverbio chino que dice lo siguiente:

"El mejor momento para plantar un árbol fué hace 20 años. El segundo mejor momento es hoy."

Del mismo modo, el mejor momento para empezar a ahorrar es cuanto antes, debido al efecto de la composición del interés.

El interés compuesto es un efecto por el cual los intereses que recibimos sobre nuestro capital se acumulan al capital y generan nuevos y crecientes intereses. Por ejemplo, si recibimos un interés del 1% mensual sobre 100€, el primer mes recibiremos 1€, el segundo mes recibiremos 1,01€ (1% de 101€), y así sucesivamente. Al cabo de 2 años estaremos recibiendo 1,25€ de interés, un 25% más del que obtendríamos sin composición del interesés.

He preparado unos ejemplos y un gáfico para ejemplificar este efecto en nuestro ahorro.

  • Juan tiene 20 años y 0€. Durante 10 años ahorra 500€ al mes. Al cumplir los 30 deja de ahorrar por completo.
  • María tiene 30 años y 0€. Durante 30 años ahorra 500€ al mes.
  • Pedro tiene 40 años y 0€. Durante 20 años ahorra 1000€ al mes.
Estoy asumiendo en todos los casos un interés anual del 6%.

Los tres personajes consiguen un ahorro del mismo tamaño (unos 450 000€). Sin embargo, Pedro ha tenido que ahorrar el doble de dinero y durante el doble de tiempo que Juan para conseguir el mismo valor. María ha tenido que ahorrar la misma cantidad mensual, pero durante el triple de tiempo que Juan para conseguir el mismo valor final.

Esto es debido a que la cartera de Juan ha ido apreciándose gracias a la composición de interés, incluso después de que Juan dejase de ahorrar.
Como puede verse, la edad con la que empezamos a ahorrar es la variable más importante de este problema. Así que tal y como reza el proberbio chino, más nos vale empezar hoy mismo!

lunes, 11 de abril de 2016

Diversificación, retorno y desviación estandar (II)

En una entrada anterior hablé de cómo conseguir reducir la variabilidad de nuestra cartera combinando valores poco correlacionados entre ellos, como acciones y bonos.

En esa entrada dejé de lado un factor importante en la construcción de nuestra cartera de inversión: el horizonte temporal de nuestra inversión. Y es que no es lo mismo invertir para 5 años que para 30.


El gráfico es muy interesante, aunque cuesta un poco de entender a priori. Está construido a partir de datos históricos.

Cada una de las líneas representa un tiempo de duración de la inversión. Como puede apreciarse, cuanto más largo el horizonte de inversión, más baja es la desviación estandar (más a la izquierda está la línea). Cada línea une la rentabilidad que tendríamos con una cartera 100% renta variable (cuadro negro) con la que tendríamos con una cartera 100% renta fija (cuadro blanco) pasando por el punto más a la izquierda (con menos variabilidad, punto negro).

Como ya comenté, los puntos optimos para reducir la volatilidad (variación) se encuentran en algún punto entre 100% bonos y 100% acciones. Para un horizonte de inversión corto podemos ver que para reducir al máximo la variabilidad debemos estar invertidos casi totalmente en bonos, sin embargo a medida que aumentamos el horizonte conviene incrementar el porcentaje de acciones. Esto es debido a que a corto plazo la bolsa puede subir o bajar dramáticamente, pero a largo plazo el precio de las acciones sigue una tendencia. De hecho, tal y como puede verse en el gráfico, a partir de los 20 años de horizonte de inversión son menos volátiles las acciones que los bonos.

En conclusión, no recomiendo invertir en renta variable con un horizonte inferior a los 5 años. A partir de los 5 años vale la pena, pero siempre integrando en nuestra cartera un porcentaje de bonos u otros productos poco volátiles en el corto plazo.

lunes, 4 de abril de 2016

Resumen del T1 de 2016

Después de tres meses vuelvo a actualizar mi progreso en este primer trimestre de 2016.


En este periodo a pesar de haber invertido 3000€ el valor de mi cartera solamente ha variado en 850€, debido a las caídas de las bolsas (especialmente mercados emergentes).

De momento estoy consiguiendo mi objetivo de moderar el gasto, aunque durante los próximos meses preveo gastos de mejora del hogar, que sin duda mermarán mi capacidad de ahorro.

En general estoy satisfecho con el progreso. ¿Que tal van vuestras finanzas de 2016?

miércoles, 17 de febrero de 2016

Rebalanceo de cartera

Cuando contruimos nuestra cartera solemos incluir una porción (en mi caso, un 20%) de bonos. El motivo principal es minimizar la variabilidad del retorno de nuestra cartera. Haciendo esto conseguimos maximizar el retorno por unidad de riesgo, es decir, conseguimos reducir mucho la variabilidad reduciendo solamente un poco el retorno esperado. Hay varios métodos para medir el retorno por unidad de riesgo, el más conocido es el ratio Sharpe. Pero hoy no quiero hablar de la composición de la cartera ni de reducir su variabilidad.

Cuando decidimos la composición de nuestra cartera debemos procurar mantener esa composición. Nos ha llevado un tiempo razonar cual es la composición ideal y por lo tanto queremos seguir adelante con nuestro plan. ¿Pero que sucede cuando, como en el momento actual, hay un movimiento brusco de las bolsas?

Actualmente la mayoría de inversores que combinan renta variable y renta fija han visto como el ratio entre acciones y bonos disminuía. Esto es porque las acciones están bajando, pero podría darse también el caso contrario si las bolsas subieran a una velocidad mayor que los bonos.

En el caso hipotético de un inversor con una composición 70/30 de renta variable/fija, podría darse la situación que con la bajada del precio de la renta variable su cartera cambiase la composición a 65/35, por ejemplo. ¿Es el momento de traspasar desde el fondo con bonos al fondo con acciones? Cabe decir que los rebalanceos de cartera están extentos de impuestos, pero pueden incurrir en gastos, ya sean explicitos (comisiones) o implicitos (spread del precio de los ETF, por ejemplo).

 

Estrategias de rebalanceo

Hay tantas estrategias de rebalanceo como cabezas pensantes, así que voy a centrarme en las tres estrategias recomendadas por Vanguard.

Solamente por tiempo

Fijamos un periodo determinado (por ejemplo, el trimestre) y rebalanceamos una vez por periodo. El inversor debe decidir si quiere rebalancear más a menudo (menor desviación de la composición de la cartera) o más de vez en cuando (menores gastos por comisiones). A la práctica, hay poca diferencia en retorno de inversión y composición media entre rebalanceos mensuales, trimestrales o anuales, asi que la elección dependerá de la preferencia del inversor.

Solamente por lindar

Fijamos un lindar determinado (por ejemplo, 3%) y rebalanceamos cada vez que la diferencia en la composición de la cartera respecto al objetivo supere este lindar. Igual que con la estrategia anterior, un lindar menor acarreará más gastos pero mantendrá más ajustada la composición. A la práctica, hay poca diferencia en retorno de inversión y composición media entre lindares del 0% al 10% (si bien es cierto que con 10% la desviación media en la composición se empieza a notar).

Por lindar y tiempo

Esta estrategia combina las dos anteriores. El inversor deberá seleccionar un periodo de tiempo después del cual necesariamente rebalanceará, y un lindar que si es superado también forzará un rebalanceo, a pesar de no haberse superado aun el periodo de tiempo.

viernes, 8 de enero de 2016

¿Cual es la composición óptima de nuestra cartera de inversión?

En entradas anteriores he comentado sobre la importancia de la diversificación y de usar fondos indexados. Pero tarde o temprano todo inversor debe decidir sobre los fondos en concreto que va a usar, y en que proporción.

El riesgo divisa

Según la filosofía de inversión Bogleheads, que personalmente intento seguir, la simplicidad de una cartera de tres fondos es la mejor opción. Sin embargo, esta filosofía se origina en EE.UU y está pensada para inversores americanos.


La filosofía Bogleheads recomienda invertir de manera muy diversificada y ponderando por capital de la empresa, es decir, a mayor valor de la empresa en bolsa, más acciones compraremos. La mayoría de fondos de inversión indexados siguen este patrón, aunque muchos se limitan a empresas de ciertos sectores, países, tamaños, etcétera.

Para un inversor americano, comprar un índice que aglutine las mayores empresas del mundo ponderadas le supone un riesgo de divisa muy bajo. Esto es debido a que las mayores empresas del mundo cotizan en EE.UU. en dólares americanos. Esto implica que si el dólar cae, el inversor americano verá que en su día a día tendrá problemas para comprar productos importados, pero no verá grandes fluctuaciones en el valor de sus inversiones. El dólar bajaría, pero el nivel de vida en América también, de manera más o menos proporcional.

Sin embargo, para los inversores internacionales comprar un índice mundial nos supone un alto riesgo de divisa. De repente pasaríamos a tener la mitad de nuestro dinero en dólares, con el peligro que esto implica en caso de guerra o desastre económico. Esto para un inversor internacional implicaría que de repente sus inversiones valen menos, aunque por contra su nivel de vida no disminuiría.


Mitigar el riesgo divisa

Por todo ello yo recomiendo sobreponderar empresas locales, o por lo menos de la zona EURO para un inversor Español. Esto significaría mantener un cierto porcentaje de índices específicos para la Eurozona, Europa, o España, además de los índices internacionales.

Personalmente mi cartera está invertida de la siguiente manera: 40% en acciones internacionales de países desarrollados de todo el mundo, 30% en acciones de empresas de la Eurozona, 10% en acciones de países en vias de desarrollo, 20% en bonos de estados de todo el mundo.

Convirtiendo estos porcentajes en países, resulta el siguiente reparto de pastel:




La leyenda es muy pequeña, así que explico el gráfico aquí. Entre paréntesis el porcentaje si descontamos el 20% de bonos (no incluidos en la imagen):

  • Estados unidos: 28,13% (23,13%)
  • Francia: 13,9% (11,13%)
  • Alemania: 13,2% (10,59%)
  • España: 4,8% (3.87%)
  • Japón: 4,2% (3,34%)
  • Reino Unido: 4% (3,19%)
  • Holanda: 3,9% (3,12%)
  • Italia: 2,8% (2,27%)
  • China: 2,8% (2,23%)
  • etcétera
Teniendo en cuenta que la capitalización ponderada real da un 50% de peso a EE.UU, mi cartera peca de baja exposición al dolar. Pero teniendo en cuenta las circunstancias que expongo en esta entrada, me parece bien. Pero esta decisión debe ser analizada y tomada por cada inversor de manera muy meditada. Así pues, la respuesta a la pregunta que lanza el título de esta entrada es: No existe; ¡depende de cada inversor!

¿Y tu que distribución geográfica y por divisas prefieres?