lunes, 11 de abril de 2016

Diversificación, retorno y desviación estandar (II)

En una entrada anterior hablé de cómo conseguir reducir la variabilidad de nuestra cartera combinando valores poco correlacionados entre ellos, como acciones y bonos.

En esa entrada dejé de lado un factor importante en la construcción de nuestra cartera de inversión: el horizonte temporal de nuestra inversión. Y es que no es lo mismo invertir para 5 años que para 30.


El gráfico es muy interesante, aunque cuesta un poco de entender a priori. Está construido a partir de datos históricos.

Cada una de las líneas representa un tiempo de duración de la inversión. Como puede apreciarse, cuanto más largo el horizonte de inversión, más baja es la desviación estandar (más a la izquierda está la línea). Cada línea une la rentabilidad que tendríamos con una cartera 100% renta variable (cuadro negro) con la que tendríamos con una cartera 100% renta fija (cuadro blanco) pasando por el punto más a la izquierda (con menos variabilidad, punto negro).

Como ya comenté, los puntos optimos para reducir la volatilidad (variación) se encuentran en algún punto entre 100% bonos y 100% acciones. Para un horizonte de inversión corto podemos ver que para reducir al máximo la variabilidad debemos estar invertidos casi totalmente en bonos, sin embargo a medida que aumentamos el horizonte conviene incrementar el porcentaje de acciones. Esto es debido a que a corto plazo la bolsa puede subir o bajar dramáticamente, pero a largo plazo el precio de las acciones sigue una tendencia. De hecho, tal y como puede verse en el gráfico, a partir de los 20 años de horizonte de inversión son menos volátiles las acciones que los bonos.

En conclusión, no recomiendo invertir en renta variable con un horizonte inferior a los 5 años. A partir de los 5 años vale la pena, pero siempre integrando en nuestra cartera un porcentaje de bonos u otros productos poco volátiles en el corto plazo.

0 comentarios:

Publicar un comentario